sábado, 8 de marzo de 2008
MI PEQUEÑA FLOR
El rosal estaba triste
y más triste el jardinero,
por falta de primavera
en aquel jardín de invierno.
Pero tanto suspiraba
el rosal por una flor,
que conoció un capullito
chiquito y bonito,
milagro de amor.
Capullito, capullito
del rosal de mi jardín.
Me basta mirarte
para ser feliz.
Capullito que has nacido
para alegrar mi jardín.
El rosal está riendo
y cantando el jardinero,
porque siempre es primavera
en este jardín de ensueño.
Y ya es tanta la alegría
que reina en todo el jardín
que el capullito, encantado,
de tanto mimarlo,
se siente feliz.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)